Escrito por: Ana María Simon
GALÁCTICA HA MUERTO
18/10/2011
Para el @profesorbriceno… Con la esperanza de una Venezuela mejor.
Él sigue paseándose por la “Quinta”, por los pasillos de la UCAB, por la ciudad. Quien se encargó de robarle a todos los venezolanos la ilusión, la sonrisa de la cara, la satisfacción por sentir que valió la pena haber pagado la entrada, él, pues…sigue suelto.
Durante años esperábamos con ilusión, no sólo una noche tan linda como esas que nos unían en familia y con amigos, sino, y voy más allá, aguardábamos con nuestra maletica llena de ilusiones por esa ronda de preguntas y respuestas en la que aparecerían personajes históricos y emblemáticos que pasarían a la historia por regalarnos a los venezolanos una sonrisa en medio del caos, algo de esperanza a mitad de quincena, una carcajada entre expropiación y expropiación.
Hablo de la época dorada de “Galáctica”, “Miss Nuclear”, de la leyenda urbana de la que todos quieren apropiarse y dicen que fue en su pueblo en el que una miss dijo: “Yo lo que quiero es que no “jaiga” p.o” y tantas otras que hacían que esas tres horas o más repletas de escarcha, anime y laca tuviesen sentido. Cuando aparece este personaje de cuyo nombre no quisiera acordarme, aunque lo recuerde perfectamente, todo comenzó a mermar. Apareció una tímida “face to face”, hubo quien prefería “las composiciones de Shakespeare”, estaban las que no tenían muy claro qué escoger entre “pedir perdón o pedir permiso…ay, no sé!”. En fin…nos quitó hasta los clásicos! Nunca más volvimos a escuchar: “¡Hola, Poliedro! Antes de hablar voy a decir unas palabras”. O un hermoso: “Saludos a mi amá y a mi apá”.
El responsable de todo esto es el profesor de oratoria del Miss Venezuela y se hace llamar “El Profesor Briceño” y aunque sé perfectamente que ese es un pseudónimo que utiliza para protegerse y que cuando decide dar un poco más sólo agrega que su nombre de pila es José Rafael, estoy dispuesta a salvaguardar su identidad y ubicación si reconoce todos y cada uno de los delitos que ha cometido en contra de los venezolanos.
¡Si somos un país que se jacta de exigir justicia y no permitir que nos pisoteen más, pues comencemos por el principio!
Profesor Briceño, no tome esto como una amenaza, pero ¡necesitamos que nos regrese a nuestras misses!, ¡No queremos más coherencia ni lógica en sus respuestas! ¡Nos negamos a que nos haya quitado el: “Ante todo, buenas noches” y reclamamos tartamudeos, risas nerviosas y lágrimas en los ojos ocasionadas por pánico escénico.
Si usted está dispuesto a regresarnos lo que es nuestro, yo seguiré manteniendo en secreto su verdadera identidad por su bien y el de su familia.
En 2012 ocurrirán dos eventos que seguramente lograrán que los venezolanos volvamos a sonreír. Por favor, Profesor Briceño, no cargue con el peso en su conciencia de habernos arrebatado uno de ellos.
Ana María Simon
LINK: http://bit.ly/vMYqJf
______
AHÍ VIENE LA PLAGA
02/12/2011
Apenas la palabra “positivo” viene impresa en nuestra prueba de embarazo, comienza una carrera en cámara rápida para adquirir la mayor cantidad de conocimientos en el menor tiempo posible. Cambias tu libro de Yehuda Berg, por la revista “Padres felices, niños satisfechos”.
No tiene ninguna importancia que tu lectura del más reciente Premio Alfaguara sea interrumpida a cambio del Best Seller “Qué esperar cuando estás esperando”. Nada de eso importa porque son tantas dudas las que tenemos, que queremos estar bien informadas.
Hemos ido a un buen colegio, a la universidad, hemos recorrido el mundo, hemos estudiado fuera de nuestro país, hablamos varios idiomas, tenemos un esposo comprensivo que nos acompañará patria o muerte en esta nueva etapa de nuestras vidas y todo está bien aspectado, como dirían nuestros amigos astrólogos, para que ese paquetico que llegará tras 40 semanas de gestación, sea recibido en esta nueva atmósfera con más sonrisas que realidades.
Sin embargo, durante ese período en el que la madre se está nutriendo con todo lo positivo que encuentra a su alrededor y se está documentando tanto como puede, no hay nadie que le advierta sobre: LA PLAGA.
Sí, esa PLAGA de la que nadie le habla y que, por lo general, se presenta de las maneras más inesperadas: puede tener forma de doña de peluquería con copete “enlacado”, a lo mejor aparece como una seria empresaria o una manicurista “guapachosa”, pueden venir en forma de “tía” y hasta de “madre”, pero LA PLAGA más peligrosa y sorprendente es aquella que se muestra como el macho del enjambre y que suele ser el que, sin avisar, ataca con frases para las que todavía no se ha encontrado el antídoto y suenan así:
“Oye, pero a ti el embarazo te ha pegado, ¿¡no!?. Bueno, es que no todas pueden tener la suerte de mi esposa que estuvo espectacular los nueve meses”.
También escucharás las que se le leen los subtítulos que son: “Que le salgan, que le salgan, por favor Diosito, que le salgan miles”.“Ay, sí! Me vas a decir que no tienes ni una estría! Ay, mi amorrrr, deja que paras, como al mes es que te empiezan a salir”.
U otra lanzada cuando apenas tienes seis meses de embarazo: “Miiiiija, pero vas a explotar! Estás a punto, no?”
Nunca faltará quienes abusen del posesivo: “Te me pones protector para que no se te me manche la piel. No te me estés tomando café que eso alborota a la criatura. Te me pones los pies pa’ rriba y te me bajas el consumo de sal que eso es lo que te tiene esa ‘hinchamentazón’ en los tobillos”.
Y la plaga poética: “Y esos qué son? Tus cachetes o tus nalgas?”.
Sus frases son infinitas y pareciera que van mutando para convertirse en algo más poderoso. Así es que cuando decidas encargar ese paquetico, no olvides que viene con PLAGA incluida y de esa sí que no te habla nadie en ningún libro.
@anamariasimon
LINK: http://bit.ly/thRI3q
______
QUÉ MODAS TIENES TÚ
09/01/2012
Recuerdo claramente el día en el que compré mi primer VHS. Era una versión moderna del Betamax y mi primer título fue “ET”. Después vino el estilizado DVD que hoy en día ha sido opacado por el casi perfecto Blu-Ray y que, seguramente alguno menor de 23 años, que ahora me lee, dirá: ¡Pssst, por Dios! ¡Qué Blu-Ray ni qué nada, si ya salió el “Frestingfois” que es todavía más fino!
Un teléfono público en medio de la calle fue sustituido por el nunca bien ponderado “bloque” que luego derivó en el Motorola de tapita y así sucesivamente hasta llegar a la extensión de nuestra mano llamada “Blackberry”. Cómo se fue dando ese proceso lo recuerdo con claridad.
La “electrólisis” resultaba un tema tan macabro como imprescindible para quienes no apreciábamos los vellos nada bellos que estaban de más en nuestro cuerpo. Una agujita que se introducía pelito por pelito y nos regalaba una dolorosa mini-descarga de electricidad fue sustituida con los años por el laser. Un sistema inoloro, indoloro e insaboro que el único sacrificio al que somos sometidos es a no poder acercarnos a las costas venezolanas sin una crema de, mínimo, factor 100 de protección.
Ahora bien, escudriñando en mi entorno me doy cuenta de que casi todo ha evolucionado. Las cosas se nos han puesto a la orden para hacernos la vida más cómoda, más bonita y de mejor gusto. Por eso es que no deja de sorprenderme que todo, o casi todo vaya por buen camino, excepto un detallito.
Existe un acontecimiento que no tengo nada claro cuándo ocurrió. Ese día debería estar marcado en el calendario como uno de los días más tristes de la historia de la humanidad. ¿Cuándo fue que las señoritas que nos atienden en cualquier establecimiento cambiaron la amable “señora”, la encantadora “mamita” y hasta la clásica “mi amor” por la tristísima y despectiva: “chica”? Me resulta complicado escribir esto sin sentir una profunda tristeza porque es una moda, y como todas las malas modas, sobre todo las de mal gusto, lo más probable es que se riegue como pólvora más de lo que ya se ha regado.
Con estas líneas no pierdo la esperanza de que algún gerente de alguno de estos sitios de comida rápida o farmacia más cercana me esté leyendo y coloque un cartelito al lado del “empleado del mes” que diga “Prohibido decirle ‘chica’ a la clientela” o que, en el mejor de los casos, sea esa misma muchacha quien sepa que la mayoría de los usuarios no simpatiza con ese nueva y extraña forma de ser mentados.
Y como esta vida no se trata de quejarse sin aportar soluciones he aquí mi humilde contribución para erradicar tan terrible mal:
“Buenas tardes, señora, ¿me dice su pedido por favor?”, bien podría sustituir la frase: “¿Qué va a pedir, chica?”.
“Dígame, doñita, ¿cuál es su forma de pago?” te la cambio por “Chica, sólo aceptamos efectivo, se nos dañó el punto”.
Y una doblemente aterradora sentencia como: “Se nos acaba de ir la línea, chica” podría convertirse en bálsamo para nuestros oídos si a nuestro cerebro llegase la misma información con otro maquillaje que aunque empalague, viene con otro matiz: “No, mamita, disculpa. Se nos acaba de ir la línea y aunque no sabemos en qué momento viene, reinita, si quieres ve llenando la planilla. Seguramente no tarda mucho en llegar, mi amor”.
No desvirtuemos nuestras tradiciones. No destruyamos años de trabajo de tantas empleadas que hicieron que hasta le agarrásemos cariño a esas formas de llamarnos. No confundamos esnobismo con evolución. No, chica, eso no sería justo con nuestra idiosincrasia.
@anamariasimon
Recuerdo claramente el día en el que compré mi primer VHS. Era una versión moderna del Betamax y mi primer título fue “ET”. Después vino el estilizado DVD que hoy en día ha sido opacado por el casi perfecto Blu-Ray y que, seguramente alguno menor de 23 años, que ahora me lee, dirá: ¡Pssst, por Dios! ¡Qué Blu-Ray ni qué nada, si ya salió el “Frestingfois” que es todavía más fino!
Un teléfono público en medio de la calle fue sustituido por el nunca bien ponderado “bloque” que luego derivó en el Motorola de tapita y así sucesivamente hasta llegar a la extensión de nuestra mano llamada “Blackberry”. Cómo se fue dando ese proceso lo recuerdo con claridad.
La “electrólisis” resultaba un tema tan macabro como imprescindible para quienes no apreciábamos los vellos nada bellos que estaban de más en nuestro cuerpo. Una agujita que se introducía pelito por pelito y nos regalaba una dolorosa mini-descarga de electricidad fue sustituida con los años por el laser. Un sistema inoloro, indoloro e insaboro que el único sacrificio al que somos sometidos es a no poder acercarnos a las costas venezolanas sin una crema de, mínimo, factor 100 de protección.
Ahora bien, escudriñando en mi entorno me doy cuenta de que casi todo ha evolucionado. Las cosas se nos han puesto a la orden para hacernos la vida más cómoda, más bonita y de mejor gusto. Por eso es que no deja de sorprenderme que todo, o casi todo vaya por buen camino, excepto un detallito.
Existe un acontecimiento que no tengo nada claro cuándo ocurrió. Ese día debería estar marcado en el calendario como uno de los días más tristes de la historia de la humanidad. ¿Cuándo fue que las señoritas que nos atienden en cualquier establecimiento cambiaron la amable “señora”, la encantadora “mamita” y hasta la clásica “mi amor” por la tristísima y despectiva: “chica”? Me resulta complicado escribir esto sin sentir una profunda tristeza porque es una moda, y como todas las malas modas, sobre todo las de mal gusto, lo más probable es que se riegue como pólvora más de lo que ya se ha regado.
Con estas líneas no pierdo la esperanza de que algún gerente de alguno de estos sitios de comida rápida o farmacia más cercana me esté leyendo y coloque un cartelito al lado del “empleado del mes” que diga “Prohibido decirle ‘chica’ a la clientela” o que, en el mejor de los casos, sea esa misma muchacha quien sepa que la mayoría de los usuarios no simpatiza con ese nueva y extraña forma de ser mentados.
Y como esta vida no se trata de quejarse sin aportar soluciones he aquí mi humilde contribución para erradicar tan terrible mal:
“Buenas tardes, señora, ¿me dice su pedido por favor?”, bien podría sustituir la frase: “¿Qué va a pedir, chica?”.
“Dígame, doñita, ¿cuál es su forma de pago?” te la cambio por “Chica, sólo aceptamos efectivo, se nos dañó el punto”.
Y una doblemente aterradora sentencia como: “Se nos acaba de ir la línea, chica” podría convertirse en bálsamo para nuestros oídos si a nuestro cerebro llegase la misma información con otro maquillaje que aunque empalague, viene con otro matiz: “No, mamita, disculpa. Se nos acaba de ir la línea y aunque no sabemos en qué momento viene, reinita, si quieres ve llenando la planilla. Seguramente no tarda mucho en llegar, mi amor”.
No desvirtuemos nuestras tradiciones. No destruyamos años de trabajo de tantas empleadas que hicieron que hasta le agarrásemos cariño a esas formas de llamarnos. No confundamos esnobismo con evolución. No, chica, eso no sería justo con nuestra idiosincrasia.
@anamariasimon
LINK: http://bit.ly/yq22Q7
ANA MARIA SIMON: "Mi mejor excusa es tan secreta como el voto"
ANA MARIA SIMON: "Mi mejor excusa es tan secreta como el voto"
¿La peor pena que has pasado?
- Una vez, por los nervios, cuando abracé a una amiga para darle el sentido pésame, porque se le había muerto un familiar, le dije “feliz cumpleaños”.
¿Tu comida chatarra favorita?
- ¡Más respeto con la manera a la que se refieren a mis tres comidas del día!
¿Qué canción tienes ahorita en mente?
- “La abejita” de Los Hermanos Naturales.
¿Tu mejor excusa?
- Mi mejor excusa es tan secreta como el voto. Si no, no puedo seguir utilizándola.
Está bien…
- Decir que vienes de merendar en Kepén cuando la verdad es que te acabas de comer una caja de bombas en la Danubio.
¿Cuál fue tu primer trabajo?
- Trabajaba como payasita en una compañía muy loca que despedía las piñatas cantando “Amigo Félix” de Enrique y Ana, y todos los niños se iban deprimidos.
Si tuvieras que salir de la rutina, ¿qué harías?
- TRX, Pilates o subir Sabas Nieves.
¿Un sueño frustrado?
- El que me interrumpe el timbre un sábado a las 7:00 am para hacerme llegar la palabra del Señor.
Si fueses primera dama, ¿qué harías?
- Pondría una peluquería dentro de La Casona y le daría trabajo a Yeskenia.
Si pudieras eliminar algún accesorio, prenda de vestir o tendencia, ¿cuál sería?
- Los blazer para mujer con hombreras.
Fuente: Erika tipo web -> http://www.erikatipoweb.com/entretenimiento/ana-maria-simon-que-no-vuelvan-los-blazer-para-mujer-con-hombreras/
- Una vez, por los nervios, cuando abracé a una amiga para darle el sentido pésame, porque se le había muerto un familiar, le dije “feliz cumpleaños”.
¿Tu comida chatarra favorita?
- ¡Más respeto con la manera a la que se refieren a mis tres comidas del día!
¿Qué canción tienes ahorita en mente?
- “La abejita” de Los Hermanos Naturales.
¿Tu mejor excusa?
- Mi mejor excusa es tan secreta como el voto. Si no, no puedo seguir utilizándola.
Está bien…
- Decir que vienes de merendar en Kepén cuando la verdad es que te acabas de comer una caja de bombas en la Danubio.
¿Cuál fue tu primer trabajo?
- Trabajaba como payasita en una compañía muy loca que despedía las piñatas cantando “Amigo Félix” de Enrique y Ana, y todos los niños se iban deprimidos.
Si tuvieras que salir de la rutina, ¿qué harías?
- TRX, Pilates o subir Sabas Nieves.
¿Un sueño frustrado?
- El que me interrumpe el timbre un sábado a las 7:00 am para hacerme llegar la palabra del Señor.
Si fueses primera dama, ¿qué harías?
- Pondría una peluquería dentro de La Casona y le daría trabajo a Yeskenia.
Si pudieras eliminar algún accesorio, prenda de vestir o tendencia, ¿cuál sería?
- Los blazer para mujer con hombreras.
Fuente: Erika tipo web -> http://www.erikatipoweb.com/entretenimiento/ana-maria-simon-que-no-vuelvan-los-blazer-para-mujer-con-hombreras/